UNIDAD DIDÁCTICA 5. HISTORIA MEDIEVAL: REINOS PENINSULARES, VIII-XIII
Durante el sigo VIII, tras la conquista peninsular por el islam, los habitantes de los territorios montañosos de la Cordillera Cantábrica y de los Pirineos lograron resistir el avance de los ejércitos musulmanes. Crearon reinos y condados e iniciaron un lento pero continuo proceso de expansión hacia el Sur, arrebatando territorios a Al-Ándalus y consolidando poderosas monarquías.
El culto al apóstol Santiago dio origen al Camino de Santiago, que sirvió para difundir las corrientes artísticas y culturales de la cristiandad occidental.
FORMACIÓN DE LOS PRIMEROS REINOS Y CONDADOS CRISTIANOS
Cuando se produjo la invasión de la península ibérica por parte de los ejércitos musulmanes, una estrecha franja del Norte peninsular quedó fuera del control de los emires andalusíes. Los primeros emires de Córdoba exigieron tributos a los habitantes de esas tierras a cambio de dejarles permanecer en ellas. Pero a lo largo del siglo VIII, los conflictos internos del emirato cordobés dificultaron el cobro de los impuestos.
Aprovechando esta circunstancia se formaron varios núcleos de resistencia a la dominación islámica: el territorio en torno a Asturias, donde se refugiaron nobles visigodos que huían de la conquista, y los condados pirenaicos, que surgieron de la Marca Hispánica creada por los francos.
1.1. Reino de Asturias
A lo largo del siglo VIII, algunos caudillos locales de las montañas asturianas se negaron a pagar tributos a los emires cordobeses. El más destacado de ellos fue Pelayo, quien en las cercanías de Covadonga resistió un ataque de los musulmanes hacia el año 722 (la batalla de Covadonga). Años después, los emires musulmanes reconocieron la imposibilidad de seguir controlando los territorios de la franja cantábrica, que actuaban sin tener en cuenta las órdenes que les llegaban de Córdoba.
Alfonso I (739-756) y Alfonso II (791-842) fueron los primeros monarcas del reino de Asturias, que surgió alrededor de Cangas de Onís y posteriormente se expandió hacia el Oeste y llegó a dominar buena parte de Galicia. La corte del reino se estableció en Oviedo y se recuperaron algunas leyes visigodas.
1.2. Marca hispánica y primeros reinos y condados pirenaicos
Mientras el reino de Asturias se consolidaba, el rey franco Carlomagno realizó varias expediciones en suelo hispánico contra los musulmanes. En ellas consiguió el control de ciudades como Pamplona, Jaca, Girona y Barcelona, pero fracasó en su intento de llegar hasta el valle del Ebro y dominar Zaragoza.
Tras fracasar en el intento y volver hacia su territorio, la tradición cuenta que, en el año 778, fue emboscado por un grupo de vascones en el desfiladero de Roncesvalles. Los vascones derrotaron a los guerreros de la retaguardia del ejército de Carlomagno y se apoderaron del botín que transportaban. El hecho fue narrado en la Chanson de Roland, un poema épico en lengua francesa que describe los acontecimientos (la batalla de Roncesvalles) y la muerte del caballero Roldán. Para reforzar militarmente la frontera de su reino, Carlomagno creó una zona defensiva a lo largo de los Pirineos. Este territorio bajo control franco se conoce como Marca Hispánica. La Marca estaba fortificada, y para su defensa, se dividió en condados gobernados por condes que debían jurar fidelidad al monarca franco.
Tras la muerte de Carlomagno, los condes tendieron a convertir su cargo en hereditario y a desvincularse del reino franco. Fue así como nacieron el reino de Pamplona, los condados aragoneses y los condados catalanes.
2. DEL REINO DE ASTURIAS AL REINO DE LEÓN
2.1. Ocupación del valle del Duero
En la segunda mitad del siglo IX, los reyes de Asturias, y en particular Alfonso III (866-910), aprovecharon los enfrentamientos internos y la debilidad de los emires cordobeses para expandir sus dominios. Poco a poco, ocuparon los territorios que se extendían desde la Cordillera Cantábrica hasta el río Duero. Se trataba de una zona abandonada por las guarniciones militares andalusíes y que se hallaba prácticamente deshabitada y yerma. Tras esta expansión ciudades como Astorga, León, Oporto y Zamora pasaron a formar parte del reino de Asturias.
2.2. Creación del reino de León
En el siglo IX, para la ocupación efectiva del margen derecho del valle del Duero, se hizo necesario repoblar el territorio y ponerlo en cultivo. De este modo, se promovió que familias campesinas de los valles cantábricos (cántabros y astures) se desplazasen a las nuevas tierras y se instalasen en ellas.
Con el objetivo de controlar el territorio y proteger a estas familias, el rey Ordoño II (914-924) trasladó su corte a León (914), que se convirtió en la capital. El aumento de territorios al Sur de la Cordillera Cantábrica fue tan importante que el reino de Asturias pasó a denominarse reino de León.
2.3. Siglo X: la frontera se estabiliza
Aunque el reino de León continuó su expansión hasta el valle del río Tormes (Salamanca y Ávila), la reacción musulmana no se hizo esperar. Con la proclamación del Califato (siglo X), Al-Ándalus había aumentado su potencia militar y organizó numerosas expediciones hacia el Norte. Un caudillo andalusí, conocido como al-Mansur, trató de recuperar ciudades perdidas (Santiago, León y Zamora) mediante rápidos y violentos saqueos. De este modo, la expansión del reino leonés quedó frenada. Sus reyes tuvieron que defenderse de los ataques andalusíes y trataron de afianzar su frontera en el río Duero.
2.4. El origen del reino de Castilla
La mayoría de los ataques o razias de los ejércitos musulmanes hacia el reino de León se producían por el Este, desde las actuales tierras de La Rioja, Álava y Burgos. Para bloquear las incursiones de los musulmanes a través de estos territorios, los reyes leoneses construyeron numerosos castillos y dieron poder militar y tierras a diferentes condes para que los defendiesen. Por ello, esta región empezó a denominarse Castilla (tierra de castillos). Como estos territorios quedaban lejos del control directo de los reyes leoneses, los condes que los gobernaban comenzaron a funcionar con una cierta independencia del reino de León. Durante el sigo X, Fernán González (931-970), uno de los condes de esta zona, aprovechó las disputas en el reino de León para unificar los condados castellanos y declarar su título hereditario. Había nacido el condado de Castilla. En el siglo XI, el condado de Castilla quedó incorporado al reino de Pamplona. En el año 1029, Sancho III de Pamplona designó a su hijo Fernando como conde Castilla, si bien no ejerció el gobierno efectivo hasta la muerte de su padre en el año 1035. El matrimonio de Fernando con una princesa leonesa comportó la unión del reino leonés a sus territorios. Fernando I fue el primer rey de Castilla y León.
3. LOS CONDADOS Y REINOS PIRENAICOS
Durante el siglo IX, los condados pirenaicos que habían dependido del Imperio carolingio comenzaron a liberarse del dominio franco. De este modo, la antigua Marca Hispánica dio origen a tres grandes territorios: el reino de Pamplona, el reino de Aragón y los condados catalanes.
3.1. Reino de Pamplona
El pueblo de los vascones ocupaba una amplia franja entre los ríos Arga y Aragón, afluentes del Ebro. Desde allí, diversas familias (los Arista y los Jimena) resistieron las presiones de francos y musulmanes por controlar su territorio. La dinastía de los Arista logró expulsa de Pamplona a los gobernadores francos y constituir un reino independiente, denominado reino de Pamplona.
3.1.1. Sancho III “el Mayor”
A principios del siglo XI, Sancho III (1004-1035) heredó el reino de Pamplona. Gracias a su política militar y de matrimonios consiguió unir a su reino: los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza; el condado de Castilla, ya que se casó con su heredera, doña Sancha; y el reino de León, pues sus tropas lo ocuparon aprovechándose de las divisiones internas.
Con Sancho III, el reino alcanzó la hegemonía entre los reinos hispánicos, estableció relaciones comerciales con otros estados europeos y fomentó el peregrinaje a Santiago. Por todo ello es conocido como Sancho el Mayor. Su muerte comportó el reparto del reino entre sus hijos y la formación de tres grandes reinos: Castilla y León, Pamplona (años después, reino de Navarra) y Aragón, que incorporó los condados de Sobrarbe y Ribagorza.
3.2. Aragón, de condado a reino
En los valles de Hecho, Ansó y Canfranc, la familia Aznar Galíndez consiguió deshacerse de la dependencia de los francos durante el siglo XI y creó el condado de Aragón. Al Este del condado de Aragón se formaron otros dos condados, el de Sobrarbe y el de Ribagorza. Su unión durante el siglo XI dio lugar a la creación del reino de Aragón.
3.3. Los condados catalanes
La parte oriental de la Marca Hispánica estaba ocupada por varios condados (Barcelona, Ampurias…). A finales del siglo IX, Wifredo el Velloso, conde de Barcelona, anexionó a sus dominios la mayoría de los condados catalanes y convirtió su título en hereditario. Estas tierras recibieron también el nombre de Cataluña. Su nieto, Borrell II, dejó de prestar fidelidad a los reyes francos (987) y los condados catalanes se independizaron.
A lo largo de los XI y XII, el condado de Barcelona continuó su expansión al Norte de los Pirineos, con la incorporación de diversos territorios de Occitania, y hacia el valle del Ebro, ocupado por los musulmanes.
4. EL AVANCE DE LOS REINOS CRISTIANOS
4.1. El debilitamiento de Al-Ándalus
La división del Califato en pequeños reinos de taifas (1031) debilitó militarmente a Al-Ándalus y benefició a los reinos cristianos, que tomaron la iniciativa militar y conquistaron amplios territorios hacia el Sur durante los siglos XI y XII. Los reyes de taifas aceptaron el pago de las parias (una cantidad anual de oro y objetos preciosos) a los reinos del Norte, con las que compraban la paz y la permanencia en el territorio. Gracias a las parias, los reyes cristianos construyeron nuevos castillos, mejoraron el armamento y organizaron grandes ejércitos para futuras operaciones militares.
4.2. La expansión de Castilla y León por el valle del Tajo
Fernando I (1037-1065) presionó a las taifas de la zona y dirigió la repoblación de buena parte de las actuales provincias de Salamanca y Ávila.
Alfonso VI (1065-1109) conquistó Toledo (1085), capital del antiguo reino visigodo. A partir de ahí, el monarca y sus tropas ocuparon el centro de la península Ibérica. A lo largo del siglo XII, el avance se detuvo por la ayuda que recibieron las taifas de pueblos norteafricanos (almorávides y almohades) y por las pugnas internas entre Castilla y León. Los almorávides llegaron a la Península tras la toma de Toledo por Alfonso VI. Consiguieron derrotarle en la batalla de Sagrajas (1086), detuvieron el avance de los reinos cristianos y dominaron todas las taifas de Al-Ándalus. Hacia el año 1146, tras el declive almorávide, desembarcaron los almohades, que unieron las taifas a su imperio norteafricano e infligieron una severa derrota a los cristianos en Alarcos, en 1195. Su declive se inició tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212).
4.3. La conquista del valle del Ebro
Durante el siglo XI, el reino de Navarra tuvo una escasa expansión porque su frontera en el Sur limitaba con Aragón y Castilla. En el Este de la Península, la iniciativa conquistadora correspondió a Aragón, que descendió hasta Zaragoza y al condado de Barcelona, que repobló el campo de Tarragona. Más adelante, el conde Barcelona, Ramón Berenguer IV (1131-1162), completó la conquista de los actuales territorios de Cataluña, llegando hasta la desembocadura del Ebro. Por su parte, en 1171, Alfonso II completó la expansión del reino de Aragón con la conquista de Caspe y Teruel.
5. LA CONSOLIDACIÓN DE LOS REINOS PENINSULARES
5.1. La Corona de Castilla
Fernando I, hijo de Sancho III de Pamplona unió bajo su corona a castellanos y leoneses, creando en el año 1037 el reino de Castilla y León. A su muerte, el reino volvió a dividirse y, aunque Alfonso VI la unió de nuevo, durante más de un siglo se unió y dividió varias veces por motivos hereditarios. La reunificación definitiva de los dos reinos se realizó en el 1230, cuando el rey Fernando III heredó de su madre el reino de Castilla, y de su padre, el reino de León. De la unión de estos dos reinos nació la Corona de Castilla, el territorio cristiano más extenso de la Península, que tuvo un gran protagonismo en la última fase de la conquista cristiana peninsular.
5.2. El reino de Portugal
Portugal formó parte del reino de León hasta principios del siglo XII, cuando por herencia pasó a ser un condado dependiente de este reino. La independencia se produjo en 1128, en que el conde Alfonso Enríquez se proclamó rey. Aunque el reino quedó definitivamente desvinculado del de Castilla y León, en los siglos siguientes, los enfrentamientos entre ambos fueron frecuentes. A partir de ese momento, el reino de Portugal siguió su avance hacia el Sur de forma independiente.
5.3. Formación de la Corona de Aragón
En el año 1137, el matrimonio entre Petronila, hija y heredera del rey aragonés Ramiro II, y el conde Barcelona, Ramón Berenguer IV, dio lugar al surgimiento de la Corona de Aragón. El hijo de ambos, Alfonso II, heredó sus territorios y fue el primer monarca de la Corona de Aragón, que incluía el reino de Aragón, los condados catalanes y las tierras de Occitania, al Norte de los Pirineos. Esta unión aumentó su fuerza militar y propició su expansión hacia el Sur, conquistando nuevas tierras de Al-Ándalus.
5.4. Reino de Navarra
En el siglo XI, en tiempo del monarca aragonés Sancho Ramírez, el reino de Pamplona fue anexionado temporalmente al reino de Aragón (1063-1134). Posteriormente, a la muerte de Alfonso I, los pamploneses se separaron de Aragón y nombraron rey a García Ramírez (1134-1150), que gobernó un territorio coincidente con la actual Navarra. En 1162, el rey Sancho VI el Sabio cambió el nombre de reino de Pamplona por el de reino de Navarra.
6. EL CID CAMPEADOR
Rodrigo Díaz de Vivar (1043-1099), apodado “el Cid Campeador”, fue un caballero castellano. Era un infanzón, es decir, un pequeño noble que poseía sus propias armas y caballos, pero no tenía la fortuna ni las propiedades de los grandes nobles o ricos hombres. Rodrigo aspiraba a convertirse en un gran señor feudal y, para ello, tenía tres caminos: unirse en matrimonio con alguna dama noble, servir directamente al rey o lograr victorias militares.
El Cid trazó su propia trayectoria combinando estas tres actividades. Para ello formó una mesnada, es decir, un pequeño ejército bajo sus órdenes que puso al servicio de varios reyes y emires, es decir, cristianos y musulmanes.
6.1. En la corte de Castilla y León
De pequeño fue educado en la corte, junto al infante Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla y León, quien, al acceder al trono castellano, le nombró jefe de las tropas reales. A la muerte de Sancho II en extrañas circunstancias, durante la toma de Zamora, el Cid pasó a servir a su hermano, Alfonso VI. El monarca, le concedió la mano de su sobrina, doña Jimena, con quien se casó en 1074.
Las desavenencias entre el rey y el Cid, que fue acusado de quedarse parte de las parias cobradas a la taifa de Sevilla y de iniciar sin permiso real una expedición para tomar Toledo, le valieron el destierro de Castilla y la confiscación de todas sus posesiones (1081).
6.2. Al servicio de al-Muqtadir
Acompañado de su mesnada, Rodrigo ofreció sus servicios al conde Barcelona, pero, al ser rechazado, decidió ayudar a al-Muqtadir, rey de Zaragoza, en la lucha contra su hermano al-Mundir, rey de Lérida, Tortosa y Denia.
Así, el Cid se convirtió en jefe de los ejércitos de al-Muqtadir entre 1081 y 1086. Esta práctica era habitual, pues muchos reyes, tanto cristianos como musulmanes, contrataban ejércitos mercenarios para operaciones militares concretas. Se dice que, al volver a Zaragoza, tras alguno de sus éxitos militares, el pueblo le recibió al grito de “Señor” (sidi en dialecto árabe), de donde probablemente proviene el sobrenombre de Cid.
6.3. Reconciliación con Alfonso VI y segundo destierro
En 1086, la derrota de Alfonso VI frente a los almorávides en Sagrajas propició la reconciliación del monarca con el Cid, quien recibió importantes dominios en Castilla. Al servicio de nuevo de Alfonso VI, el Cid partió hacia el Levante, donde cobró parias a los monarcas de las taifas de Albarracín y de Alpuente. También impidió que la ciudad de Valencia, gobernada por al-Qadir, un rey musulmán aliado de los castellanos, cayera en manos de su principal rival, al-Mundir.
En 1089 fue acusado de traición al rey Alfonso VI y desterrado definitivamente de Castilla. Entonces decidió actuar en interés propio y se hizo cada vez más fuerte en las tierras del sistema ibérico, descendiendo con sus huestes hasta el Mediterráneo.
Finalmente, en julio de 1093, puso sitio a Valencia y entró en ella al año siguiente, donde creó una taifa cristiana bajo su gobierno. Tras la muerte del Campeador, en el año 1099, Valencia cayó de nuevo en poder de los almorávides.
Tarea 1. Definiciones
Monarquía
Capitulación
Mozárabe
Muladí
Mudéjar
Parias
Razzias
Repoblación
Taifas
Almorávides
Almohades
Cartas puebla/Fuero
Tarea 2. Eje cronológico
Realiza un eje cronológico con los principales procesos de fundación de los reinos andalusíes y cristianos, anotando también la Batalla de Guadalete y la de Las Navas de Tolosa
Sucesos Batalla de Guadalete 711 Batalla de Navas de Tolosa 1212Procesos Al-Ándalus 718-1212 Etapas Emirato dependiente 718-756 Emirato independiente 756-929 Califato de Córdoba 929-1031 Reinos de Taifas 1031-1212 Almorávides 1086-1147 Almohades 1147-1212 Reino nazarí de Granada 1212-1492 Marca hispánica 795-877 Reino de Navarra 824-1512 Condado de Aragón 802-1035 Reino de Aragón 1035-1137 Corona de Aragón 1137-1516 Condados catalanes 988-1137 Reino de Asturias 718-910 Reino de León 910-1230 Condado de Castilla 932-1065 Reino de Castilla 1065-1230 Corona de Castilla 1230-1516Tarea 4. Comentario de mapa
Comenta el mapa de los reinos cristianos y andalusíes en la península ibérica a principios del sigo XIII
Tarea 5. El Cid Campeador
Recuerda la vida y obra del Cid Campeador y contesta a las preguntas
Tarea 6. Comentario de obra de arte
Realiza dos comentarios de obra de arte, una andalusí y otra cristiana
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TAREAS DE REFUERZO Y AMPLIACIÓN
Esquemas sobre la sociedad cristiana y andalusí
Investigación sobre mujeres medievales como Urraca I, Petronila de Aragón...
Proyecto opcional: simulando batallas
TAREA FINAL. Pasaporte ibérico
•La historia medieval de la península es muy compleja, se suceden y superponen multitud de reinos y entidades políticas
•Para un estudio más sencillo y análitico, vamos a completar la los siguientes documentos con las principales características de cada reino o entidad política
•Observa con detenimiento los campos a rellenar. Puedes terminar la tarea cuando desees, bien al principio de la unidad (lo que hará más fácil su comprensión) o bien al final de la unidad (lo que te servirá de repaso de cara al examen)
•Al menos, en clase, anota los campos fundamentales de cada reino
Instrucciones en el PDF
TAREA FINAL. Simulando batallas
CANTAR DEL MIO CID