UNIDAD DIDÁCTICA 3. EL ISLAM
1. Origen y bases
El islam es una de las principales religiones del mundo, que se originó en la Península Arábiga en el siglo VII d.C. Su fundador, Mahoma, nació en la ciudad de La Meca en el año 570 d.C. Mahoma, un comerciante de la tribu de los Quraysh, comenzó a recibir revelaciones divinas a la edad de 40 años mientras meditaba en una cueva en el monte Hira. Estas revelaciones, que continuaron durante los siguientes 23 años, fueron recopiladas en el Corán, el libro sagrado del islam.
Uno de los eventos más importantes en la vida de Mahoma fue la Hégira, que marca el inicio del calendario islámico. La Hégira ocurrió en el año 622 d.C. cuando Mahoma y sus seguidores emigraron de La Meca a la ciudad de Medina, también conocida como Yatrib. La Hégira se produjo en un contexto de creciente oposición y persecución hacia Mahoma y sus seguidores en La Meca por parte de las tribus paganas y líderes de la ciudad.
La oposición hacia Mahoma y su mensaje se debía a varios factores. En primer lugar, Mahoma desafiaba el sistema de creencias politeístas que predominaba en La Meca, promoviendo la adoración de un solo Dios, Alá. Esto amenazaba los intereses económicos y religiosos de las élites paganas de la ciudad, que controlaban el templo de la Kaaba y se beneficiaban del turismo religioso y el comercio asociado con los rituales paganos.
Además, Mahoma criticaba abiertamente las prácticas sociales injustas y la desigualdad económica que prevalecían en la sociedad de La Meca, lo que generaba resistencia entre las élites y los poderosos de la ciudad. Su mensaje de justicia social e igualdad atrajo a muchos seguidores entre los pobres, los oprimidos y los marginados de la sociedad, lo que exacerbó la hostilidad hacia él por parte de las élites.
La persecución y la oposición hacia Mahoma y sus seguidores se intensificaron con el tiempo, lo que llevó a la necesidad de la Hégira, o emigración, a Medina en busca de refugio y seguridad. La Hégira no solo marcó un punto de inflexión en la vida de Mahoma, sino también en la historia del islam, al establecer las bases para la formación de una comunidad musulmana independiente y autosuficiente en Medina.
Después del regreso triunfal de Mahoma a La Meca en el año 630 d.C., se produjo un periodo de consolidación del poder islámico en la región de Arabia. Mahoma logró establecer la autoridad del islam sobre La Meca y purificar la Kaaba de los ídolos paganos, convirtiéndola en el centro espiritual del islam. Durante este tiempo, Mahoma también implementó medidas para unificar a las tribus árabes bajo la bandera del islam y para fortalecer la posición de la comunidad musulmana en la región.
Tras asegurar la estabilidad en La Meca, Mahoma se centró en la expansión del islam más allá de Arabia. Lideró varias campañas militares contra las tribus vecinas y los pueblos que se resistían a aceptar el mensaje del islam. Estas campañas, conocidas como las Guerras de la Ridda, resultaron en la sumisión de muchas tribus árabes a la autoridad de Mahoma y la propagación del islam en la región.
Además de sus esfuerzos militares, Mahoma también se dedicó a establecer alianzas diplomáticas con líderes tribales y gobernantes de otras regiones. Estas alianzas ayudaron a garantizar la seguridad de la comunidad musulmana y a facilitar la difusión del islam a través del comercio y el intercambio cultural.
Durante los últimos años de su vida, Mahoma también desempeñó un papel importante en la formulación de la ley islámica y la administración de justicia en la comunidad musulmana. Dictó numerosos decretos y estableció principios legales que sentaron las bases para el sistema legal islámico.
En el año 632 d.C., Mahoma realizó su peregrinación final a La Meca, conocida como la Peregrinación de Despedida, donde pronunció su famoso discurso de despedida a una multitud de seguidores. Poco después de su regreso a Medina, Mahoma enfermó y falleció en el mes de junio del mismo año, a la edad de 63 años.
2. Expansión geográfica
Tras la muerte de Mahoma en el año 632, sus seguidores, conocidos como musulmanes, continuaron difundiendo el islam a través de la expansión militar y comercial. En el siglo VIII, el islam llegó a la península ibérica con la conquista musulmana, que resultó en la creación de Al-Andalus, un estado islámico que abarcaba la mayor parte de la península. Durante varios siglos, Al-Andalus fue un centro de cultura, ciencia y tolerancia religiosa, donde musulmanes, judíos y cristianos vivían juntos en armonía.
3. Evolución política
La evolución política del mundo islámico se ha caracterizado por la formación de varios califatos, que eran estados islámicos gobernados por un califa, o líder político-religioso. Tras la muerte de Mahoma, sus sucesores, conocidos como los califas, expandieron rápidamente el territorio controlado por el islam. El primer califato fue el Califato Rashidun (632-661), seguido por el Califato Omeya (661-750), que estableció su capital en Damasco y se expandió hasta incluir gran parte del Medio Oriente, el norte de África y la península ibérica. El Califato Abasí (750-1258), con sede en Bagdad, presenció una edad de oro del islam, caracterizada por avances en ciencia, filosofía, arte y literatura. Sin embargo, en el siglo XIII, el poder del califato comenzó a declinar, y en 1258, Bagdad fue saqueada por los mongoles, poniendo fin al califato abasí. Aunque los califatos continuaron existiendo en diferentes formas y lugares, ninguno logró igualar la grandeza y el esplendor de los primeros califatos. Finalmente, en 1453, el Imperio Otomano conquistó Constantinopla, poniendo fin al último vestigio del mundo antiguo y marcando el inicio de una nueva era para el islam.
4. Organización socioeconómica
La organización socioeconómica en el mundo islámico se basaba en varios grupos sociales, cada uno con su propia identidad y origen. Los árabes eran el grupo étnico dominante en el mundo islámico, pero también había otros grupos, como los bereberes, los sarracenos, los mauros y los persas, que desempeñaron un papel importante en la historia y la cultura del islam. Los bereberes eran un pueblo nómada que habitaba el norte de África y desempeñaron un papel crucial en la expansión del islam en la región. Los sarracenos eran un grupo de pueblos seminómadas que habitaban el Medio Oriente y desempeñaron un papel importante en la expansión del islam en Asia Menor y Europa. Los mauros eran un pueblo bereber que habitaba el norte de África y desempeñaron un papel importante en la expansión del islam en la península ibérica. Los persas eran un pueblo indo-iraní que habitaba Persia y desempeñaron un papel importante en la expansión del islam en Asia Central y el subcontinente indio.
Tarea 1. Definiciones
Omeya
Abasida
Califa
Emir
Visir
Chiita
Sunita
Bereber
Alcázar
Medina
Tarea 2. Eje cronológico
PROCESOS
Califato ortodoxo
Califato omeya
Califato abasida
SUCESOS
Muerte de Mahoma
Batalla de Guadalete
Batalla de Poitiers
Tarea 3. Test
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Tarea 4. Fake news
El islam es una religión monoteísta (la creencia en varios dioses) que nace en la península arábiga en torno al siglo
VIII. La figura clave de esta religión fue Mahoma que propagó la fe musulmana en Alá. Mahoma era de origen
extremadamente humilde y, por ello, las élites de La Meca se enfrentaron a él y le obligaron a huir a Granada.
Tras la muerte de Mahoma, el islam se transformó en un estado político religioso en forma de califato. Los
primeros califas pertenecieron a la dinastía Omeya y expandieron su poder político desde Arabia hasta la
península ibérica. Los Omeya, a su vez, fueron derrocados por la dinastía abasida en el año 750, cuando mataron
a todos los miembros de la dinastía Omeya y se hicieron con el poder. Finalmente, el califato islámico abasida
terminó en el año 1285, cuando los turcos conquistaron Bagdad.
En el islam no hay ningún tipo de división interna. Es una religión que se caracteriza, entre otras cosas, por hacer
la guerra santa contra los pobres. También es importante la oración, la peregrinación y el ayuno.
En cuanto a su forma de organización política, el califato islámico estaba dirigido por dos cargos diferentes, la
máxima autoridad religiosa (el califa) y la máxima autoridad política (el valí). A nivel interno, el califato podía
dividirse en emiratos (dirigidos por un visir) y/o en coras (dirigidas por un qaid). Los cadíes eran los encargados de
administrar justicia siguiendo las leyes de la Biblia.
Respecto a la vida urbana dentro del islam, el edificio más importante era la mezquita mayor, situada cerca de la
alcazaba. El islam es una religión en la que la higiene es extremadamente importante y por eso, todas las
ciudades importantes musulmanes tenían hamman a los que tanto hombres como mujeres acudían a tomar baños
de aguas calientes. La mayoría de la población musulmana vivía en estas grandes ciudades del mundo árabe,
mientras que en el campo vivían los siervos de origen africano.
EL TATUAJE